LUCHAR Y LUCHAR

Siempre nos dicen que luchemos. Sin importar lo que pase, siempre tenemos que luchar. Y aunque es muy fácil decirlo, no es tan fácil cumplirlo. Todos en algún momento de nuestra vida hemos deseado tirar la toalla, y siendo sinceros... ¿Quién no lo ha hecho? Todos alguna vez hemos deseado no haber perdido el tiempo estudiando esa asignatura que al final suspendiste, porque para nosotros es tiempo perdido. Tiempo que no vale. Y, muchos de nosotros nos hemos rendido, sin intentarlo. Y aunque es verdad que es la opción más fácil, no siempre es la correcta. Algunas veces, simplemente, tenemos que averiguar de que estamos hechos. Tenemos que descubrir cuáles son nuestros límites, y donde está nuestra meta. Y no parar hasta conseguirlo, sin importar nada. Solo para llegar allí, y poder mirar hacia atrás y pensar: en realidad nunca fue tan grave. Porque esa es la realidad. Nada es tan grave. Los grandes personajes de la historia no han llegado a la cima rindiéndose, sino luchando. Con sudor y lágrimas. Alcanzando la victoria. Porque chic@s, todos tenemos nuestras victorias. “Nunca, nunca, nunca te rindas” - W. Churchill. A.